sábado, 29 de noviembre de 2008


Horizontal, seis letras, nombre de hombre ¡maldito crucigrama!
Hoy que no me sale ni dormir; no maquilles tanto la verdad que hasta a los muertos nos exita resucitar. Esta Milena calla más de lo que dice pero dice la verdad.. (yo también se jugarme la boca). Este teléfono sin contestador, (lo llamaré mañana, hoy se me hizo tarde). Si quieres te escribo una lista con nombres y camas, si quieres me sigo creyendo que fuiste un santo. Esta forma tan cobarde de no decirnos que no (te falta valor para atarme a tu cama); este contigo, este sin ti tan amargo (toma mi dirección cuando te hartes de amores baratos, de un rato, me llamas), esta huelga de besos, sólo derechos de amor, un siete en el corazón y un mar de dudas. Este baño sin rimmel ni nembutal, estos huesos que vuelven de la oficina dentro de una gabardina con manchas de soledad. Estos ojos que no miden ni comparan, ni se olvidan de tu cara( esa boca es mía), ni se acuerdan de tu cruz. No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón (tal maltrecho y ajado que está cerrado por derribo). Desde que salgo con el pálido hombre ando más muerta que viva, pero dormir el sueño eterno en su cama me parece excesivo (y, eso que nunca he renunciado a buscar en unos labios abiertos) dicen que hay besos de esos que te los dan y resucitan a un muerto. ¿A quién le puede importar, después de muerto, que uno tenga sus vicios...? Si nos cruzamos por la vida no me preguntes dónde voy; mira mis ojos y adivina lo que busco y lo que soy, (cada vez más yo sin rastro de nosotros) no me tomes tontito por tonta. Aunque en parte soy juez de un nunca, de un tal vez de un no sé, de un después, de un qué pronto. (Y mírame a la cara y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme).

No hay comentarios: